Jorge Bustos: “Si un periodista no recibe presiones, está haciendo mal su trabajo”


Texto: Pedro Alonso y Carlos Santamaría / Fotos: Fernando Sanz

fotobustos1Si abres el periódico, enciendes la radio o pones la tele, tienes una alta probabilidad de encontrarte con Jorge Bustos. A través de sus páginas en El Mundo, sus comentarios a primera hora de la mañana con Carlos Herrera y sus colaboraciones en numerosos programas de televisión como Al rojo vivo de Antonio García Ferreras, vemos que este filólogo clásico por la Universidad Complutense de Madrid acabó de periodista para huir de lo políticamente correcto. Para los más puristas, su barba de una semana y su cabellera despeinada pueden dar imagen de descuidado, pero nada más lejos de la realidad. Jorge Bustos Táuler (Madrid, 1982) da la mano con firmeza, mira a los ojos y se cuestiona en todo momento el porqué de las cosas, más allá de las eternas 5 W.

Pedro Alonso y Carlos Santamaría- ¿Cómo ve el actual panorama periodístico?

Jorge Bustos- Ahora mismo hay una búsqueda, yo diría que boba y frenética, por contar lo que pasa. Sería conveniente no refundar el periodismo, que es algo muy inventado y que necesita de periodistas bien formados, bien remunerados y que cuenten con la confianza de su jefe. El buen periodismo es una ecuación muy sencilla: es dinero, más tiempo, más formación.

P.A. y C. S.- Entonces, ¿no hay nada que inventar en el periodismo?

J.B.- Por supuesto que no. Simplemente hay que hacerlo bien y pagar por él. Lo que consigue atraer audiencia no es una forma nueva de contar las cosas, con hipertextos, vídeos y supresión de frases, sino un periodismo bien escrito, con ideas y que se base en desvelar la actualidad. Ahora hay editoriales dispuestas a rescatar el viejo periodismo que den a conocer los grandes nombres del periodismo. No solo a McLuhan y su Comprendiendo a los media, sino también a Azorín, que es el padre de la crónica parlamentaria en España, Wenceslao Fernández Flórez, incomprensiblemente olvidado de los manuales del periodismo a pesar de haber sido autor de crónicas políticas de la época de Romanones, que explican los vicios políticos de aquella época, que en nada han cambiado con los actuales.

P.A. y C. S.- ¿Qué tipo de investigación necesita el periodismo de opinión?

J.B.- En el periodismo de opinión hay varias escuelas: algunos, como dice mi amigo José Antonio Montano, son periodistas de batín, que son los que están con sus prendas de seda sin salir de casa y escriben con normas fijas y hay otros columnistas que tienen que hacer varias llamadas para escribir su espacio como Raúl del Pozo. Rara es la vez que Raúl no ha hecho tres o cuatro llamadas a gente de partidos totalmente diferentes y que siempre desliza algo de información en su columna. Luego hay un columnismo informativo, otro más literario y otro que opta por lo lírico.

P.A. y C. S.- ¿Qué requisitos debe cumplir una buena columna?

J.B.- Principalmente dos: tener una mirada propia y honda con un cierto bagaje que te permita afrontar los problemas de la actualidad de una forma personal, es decir, que no repliques las opiniones que has cazado al vuelo en las redes sociales y un estilo, es decir, un cuidado del lenguaje con una expresión rica. A mí, por ejemplo, muchas veces me acusan de ser demasiado pedante o que mi columna no se entiende; si mi columna no se entiende, estudia para entenderla. Lo último que debe hacer un columnista es rebajar su estilo. Hay que seducir al lector, pero esto no quiere que haya que ponerle las cosas fáciles porque si traicionas tu estilo para llegar a más gente, pierdes sabor y sabrás a lo que todo el mundo sabe. Si tienes una parroquia de lectores con un estilo propio, esos lectores nunca se irán; siempre estarán comprando tus libros, tus textos… y es la forma idónea de ejercer el columnismo.

P.A. y C. S.- ¿Qué es lo más difícil en una columna?

J.B.- Elegir el tema es una de las tareas más importantes, pero elegir el tema no significa optar por el tema más candente o algo que ha pasado en el día, sino saber escoger el asunto que a tus habilidades como columnista le va a dar más juego. Hay columnistas que son muy buenos a la contra (normalmente es más fácil escribir una columna contra alguien que a favor de alguien), pero tienes que saber contra quién vas a escribir o a favor de quién y solo puedes hacerlo conociéndote a ti mismo.

P.A. y C. S.- A nivel personal, ¿ha recibido muchas presiones por algo que ha publicado?

J.B.- Si un periodista no recibe presiones, está haciendo mal su trabajo. Un columnista define su influencia por las presiones que recibe, pero siempre pensamos en un político cabreado que te va a llamar al día siguiente. Los políticos tienen mucho mejor encaje hoy en día que muchos ciudadanos, colectivos y loobies que se agrupan bajo banderas como el feminismo radical, el ecologismo, el independentismo, la derecha liberal… El columnista tiene que saber incomodar incluso a sus lectores más fieles y superar su propia autocensura. Ese es el columnista fetén.

P.A. y C. S.- ¿Ser columnista es un trabajo agradecido?

J.B.- Al final tienes que acabar satisfecho con lo que has escrito y que uno mismo sea el más exigente con sus propios textos. Si consigues terminar una columna que te ha dejado satisfecho, aunque luego no tengas ni un retweet, el trabajo estará bien hecho, pero si buscas el aplauso fácil, te convertirás en un columnista de texto complaciente.

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2 comentarios en “Jorge Bustos: “Si un periodista no recibe presiones, está haciendo mal su trabajo”

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  2. Muy interesante la entrevista al alimón, no sólo por lo que representa en cuanto a los jóvenes periodistas, que han sabido valorar al entrevistado, sino además por la experiencia que-desde su juventud-aporta Jorge Bustos en sus facetas de Periodista consagrado, de Ensayista y de Pensador. No se si es frecuente, pero es notorio que Bustos ha despertado interés en el mundo periodístico y literario, como se vió en la cascada de entrevistas que se produjo tras la aparición de su primera obra, «La Granja humana».

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